sábado, 8 de julio de 2017

Reseña: La inquilina de Wildfell Hall

Sinopsis:
Tras muchos años de abandono, la destartalada y ruinosa mansión de Wildfell Hall esta habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina, una viuda, no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña belleza, en atraer la curiosidad de la vecindad.
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Parece que últimamente empiezo todas las reseñas igual, pero es qué, el libro me ha encantado, y sí, por supuesto que estará entre las mejores lecturas del 2017. Tenía muy claro qué este libro me gustaría, esta claro que todo lo qué las Brontë tocaban se convertía en oro, y es una pena que Anne sea tan poco conocida, sobretodo «gracias» a Charlotte.
Quiero aclarar que la mejor manera de disfrutar este libro es no saber nada de él, y cuando digo nada es NADA. Con saber que en Wildfell Hall vive una viuda es suficiente. Así qué, sí tienes intención de leer el libro cierra el post ya, porqué esto va ha estar plagado de SPOILERS.

Bueno, ¿por donde empiezo? Creo que empezaré por decir lo valiente que fue Anne, mucho más que Charlotte y Emily, al escribir y tratar los temas que trató en Agnes Grey y La Inquilina de Wildfell Hall. Anne trata temas bastante escabrosos para la sociedad victoriana, cuenta las cosas de manera cruda, sin romanticismo y sin pasiones turbulentas, lo cuenta de manera sencilla, clara y realista. La inquilina de Wildfell Hall es dolorosamente crudo y realista es el después de los libros de Austen o de Jane Eyre, es el qué sucede detrás del «y fueron felices». Helen no sabe la qué se le viene encima después de casarse.

Esta novela, en su día, fue tachada de inmoral, tanto por su crudeza y por los temas que trata, tanto por su autoría, Anne Brontë, al igual qué sus hermanas, firmaba su libros con seudónimos, firmaba como Acton Bell, un nombre bastante andrógino, sin sexo, aparentemente, la sociedad victoriana debió quedarse loca cuando descubrió que Acton Bell, era una mujer que escribe sobre una mujer que abandona a su marido, debió ser muy fuerte en su momento, la verdad.
Anne nos habla de la situación de la mujer en una época, donde era considerada «el sexo débil», una eterna menor de edad, una época en la que sí te casabas mal, te arruinabas la vida. 

No solo trata el tema de la mujer, sino el tema del alcoholismo, tema que por desgracia los Brontë conocian muy bien. Y otro tema que me parece la mar de interesante que traten, aunque es verdad que pasa muy desapercibido, y es el tema de los cuchicheos y habladurías en una época donde no existía el sálvame, y tenian que montarlo de una forma más rudimentaria, me recuerda mucho a los cotilleos adolescentes en mi pueblo. Cuando llega la señora Graham todos se ponen a especular sobre su vida y a acosarla con preguntas.
Entiendo la polémica que suscito en su momento el libro, ya que tiene un mensaje muy inconformista y rebelde. Te dice de una manera clara que no hay que aguantar los abusos de nadie, y que el amor no cura. Por mucho que nos duela, el amor no es algo mágico que borra los defectos de la otra persona. Por mucho que Helen ame a Arthur, esto no hará qué él deje la bebida, tiene que ser el propio Arthur quién termine con eso.
Mi primer contacto con el libro fue su adaptación del 1996, cuando no tenía ni idea de que ra un libro, está bien, pero tampoco es nada genial.

Por último voy a hacer una mención especial al hecho de que sea una novela epistolar, a mi en un principio me dio bastante miedo este hecho pero la verdad es que Anne sabe como hacer de este handicap una buena razón para leer el libro.

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